Escribo esta nota desde lo más profundo de mi corazón. La hago como terapia y para que juntos transitemos este dolor que nunca vamos a superar. El tiempo calmará pero no sanará. Es difícil explicar lo que uno siente cuando un ídolo se va de esta vida pero mucho más si es alguien que teníamos como invencible. Muchas veces creemos que estos héroes poseen condiciones especiales pero no, son simplemente humanos. Tal vez esta sea una de las principales razones de por qué sufriremos tanto su partida, lo considerábamos como casi un Dios, que nada lo podía afectar. Este es posiblemente el error más grande que cometemos habitualmente con este tipo de referentes, los ponemos en un pedestal como si fueran seres de otros planetas, por eso es que sus decesos nos impactan tanto. Una de las mayores enseñanzas que nos deja esta maldita experiencia es que debemos ser una familia, tratarnos como si fuéramos conocidos de siempre. Aunque pienses que ese deportista, cantante, actor o lo q...
Un día me hice fanático de la NBA y juré amarla por el resto de mi vida