Pasó #TheLastDance y me dejó un gusto agridulce. El documental no tiene nada que no hayamos visto o escuchado. Las anécdotas al detalle son lo más interesante. ¿La serie tuvo repercusión por su calidad o solo por Michael Jordan? Esta es mi opinión.
Esta reflexión está lejos de querer hacerme el diferente,
contra el sistema o algo similar. De hecho, no me desagradó y más en estos
tiempos donde la NBA está detenida, pero debo confesar que tampoco me voló la
cabeza como a la mayoría.
Para comenzar, lo del último baile es una excusa para
recorrer prácticamente todos los logros de Jordan. Hay algunos toques con otros
jugadores, cuerpo técnico y gerencia pero son los menos. Me animaría a decir
que el 80% del documental es dedicado al 23. Es más, el restante 20% en algún
momento se conecta con la historia principal.
Ya eso me chocó un poco porque arranqué a verlo con la
expectativa de conocer a fondo la última temporada a pleno de los Bulls que
justo en 1998 permitieron que una productora registrara los momentos más lindos
y feos. La realidad es que pese a ir y venir en la línea de tiempo, se enfoca
bastante en el pasado.
Me parece bárbaro que se haga un repaso de la trayectoria de
posiblemente el jugador más grande del básquetbol pero existen varios pasajes
en los que se torna un poco reiterativo y aburrido como las permanentes
chicanas buscando la risa o los compactos de los partidos.
Ni que hablar de lo casi nada que se toca la parte oscura de
la vida de MJ. Era esperable porque esta serie pretende agigantar su leyenda
pero ni él ni los creadores se dieron cuenta que a veces el Dios más terrenal y
sucio es el más querido. Aunque se habla de algunas cosas turbias, no se
profundiza y hasta se hace énfasis en cómo se recuperó, no lo que sufrió.
Lo que sí aprecié fue la narrativa ya que en ningún momento
se nota un salto grande o quedan cabos sueltos. También la estética audiovisual
que respeta los estándares para esta época y deja la vara alta para el género. Dicho
esto, a continuación haré un breve comentario de cada capítulo.
I
Típica apertura de una serie que no es corta, simplemente se
hace una introducción. Además, es literal, porque el final es con la clásica presentación
de Chicago en el United Center, algo que me erizó la piel de punta a punta por
la sincronización perfecta que manejaron.
II
La historia de Scottie Pippen se roba la atención, al menos la
mía. Personalmente, no conocía los comienzos difíciles a nivel familiar. Se
podría decir que el deporte lo salvó a él y sus seres queridos. También me
pareció interesante saber los detalles de la polémica por su contrato. Por años
se pensó que los Bulls habían sido injustos pero la realidad es que firmó un
acuerdo pensando pura y exclusivamente en el presente, tenía miedo de
lesionarse o no seguir progresando.
III
Sin dudas que uno de los mejores. Dennis Rodman debería
estar en los medios de comunicación más seguido, nunca te aburre. La mayoría
sabía que su vida no fue sencilla antes del éxito pero lo que más me impactó
fue su conocimiento del basket, especialmente a nivel defensivo. Una cerrada de
boca, por no decir otra cosa, de los que piensan que su juego era solo actitud.
Lo otro que se contó de gran manera fue la brutal agresividad
de los Pistons en los primeros años de Jordan. Hablando de callar, quedó
demostrado que en los 80s y 90s se jugaba de forma tan competitiva como
actualmente, incluso más física y dura, rozando lo ilegal.
IV
Notable gesto con Doug Collins que es uno de los principales
olvidados en el inicio de la dinastía. Es verdad que no obtuvo títulos pero le
dejó la máquina aceitada a Phil Jackson que la elevó a otro nivel necesario
para triunfar. No vamos a descubrir ahora la revolución de la ofensiva triangular.
El no saludo de Isiah Thomas tuvo un trato exagerado. Desde
ya que no fue correcto pero no me quitó el sueño saber el disgusto de los
jugadores de Chicago, era algo anecdótico. Lo valioso sí fue escuchar a Magic
Johnson decir que si tenía que perder, quería que fuera contra MJ.
V
El tema Jordan-Nike fue uno de los que más me cautivó porque
se muestra con hechos que cambió para siempre la industria de las zapatillas e
indumentaria deportiva en general. Son estos datos los que te hacen ver el
legado que trasciende los trofeos levantados.
Me alegró que se hablara de Barcelona 92 por todo lo que
significó. No solo fue el estreno de los NBA a nivel olímpico sino que se
asegura que la liga se impulsó mundialmente al ver el dominio de esos monstruos.
VI
Fueron pocos minutos pero el arranque alcanzó para sufrir al
imaginar todo lo que pasó MJ en su etapa más popular. Ni siquiera podía
asomarse por la ventana porque ya tenía aficionados gritando como si fuera el
último día del mundo. Me hizo recordar a Rodman que afirmó que los millones de
salario no son solo para jugar, sino que para soportar todo el contexto.
Por supuesto que lo más jugoso es cuando se hinca el diente al vicio por el juego. Creo que muchos no sabían que este problema del 23 no solo era de casinos sino que llegaba al golf o partidas de cartas en el avión de la franquicia. Se da a entender que buscaba esa motivación.
VII
Lógicamente que el asesinato del padre de Jordan nos moviliza
a todos. Ese año 93 fue terrible en todo punto de vista. No solo por la pérdida
de su mejor amigo sino que por el desgaste increíble que había tenido en la
temporada pese al anillo, casi que no lo disfrutó, fue un desahogo.
El paso por el béisbol es contado excelentemente. En vez de
caer en la facilidad de decir que fue un descanso, se explica que una de las
grandes razones del retorno al básquetbol 18 meses después es porque pudo
despejarse y hacer el duelo.
VIII
Lento pero con un cierre emotivo. Ver a MJ en el piso,
abrazado a la pelota, llorando por su cuarto título justo en el día del padre.
El guionista de Dios siempre se presta a esos hechos. También es admirable cómo
se preparó para retornar a lo más alto. Hasta sus colegas reconocen que era
casi imposible estar en la grabación de Space Jam y entrenar al mismo tiempo,
pero lo hizo.
IX
La curiosidad que atrae todas las miradas es la famosa pizza
y la supuesta intoxicación en Utah. Han pasado más de 20 años y las dudas permanecen.
Sinceramente, la teoría de querer bajar al mejor jugador del rival es épica
pero lo más probable es que le cayó mal comer eso en plena madrugada antes de un
juego que seguramente lo tenía nervioso y ansioso.
El mensaje a partir de la importancia de Steve Kerr en el 97
es inspirador. Como un jugador de rol que llevaba una pésima serie final
termina siendo determinante. El grito de estoy listo da ternura porque no se
dio cuenta que estaban las cámaras pero es histórico.
X
Claramente el que menos se alejó de lo conocido. El director
y los productores prefirieron mostrar las finales del 98 en su esencia. Lo que saca
alguna risa es cómo Pippen siguió en el sexto partido como distracción por su
molestia en la espalda y la tranquilidad previa de Jordan con su música.
La gran novedad es el lamento de MJ por no haber tenido la
oportunidad de buscar el séptimo campeonato en el 99. Hasta se cruza con el
dueño de los Bulls por su argumento del costo del plantel cuando en condiciones
normales hubiesen renovado todos sin mayores problemas.
En conclusión, es un documental que no me llenó, no tengo la
menor duda que no lo volveré a ver, la verdad es que me dejó con ganas de más.
Igualmente, nobleza obliga, la ejecución del mismo es espectacular. El producto
no será de mi agrado pero está presentado de forma brutal.
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